El Gobierno de Orsi respaldó la soberanía argentina en Malvinas ante creciente presencia militar británica

La cuestión de las Islas Malvinas volvió a encender el debate regional esta semana, tras el firme respaldo del presidente Yamandú Orsi a la soberanía argentina durante la IX Cumbre de la CELAC. En un contexto de creciente actividad militar británica en el Atlántico Sur, el gesto de Uruguay reavivó la discusión sobre un conflicto que lleva décadas sin resolverse.
En su discurso, Orsi calificó el reclamo argentino como una “demanda histórica” para América Latina, subrayando que la soberanía sobre las islas es un asunto de derecho internacional. “Apoyamos a Argentina porque creemos en la justicia y en la solidaridad regional”, afirmó.
Además, hizo hincapié en la necesidad de resolver disputas por vías pacíficas, recordando la declaración de la CELAC de 2014, que proclamó a la región como “zona de paz”. Este posicionamiento no solo refuerza la postura argentina, sino que también consolida la unidad latinoamericana frente a potencias externas.
Sin embargo, el respaldo uruguayo llega en un momento de contradicciones. Apenas un mes antes, en marzo, un avión militar británico, un Airbus A400M Atlas identificado como ZM421, hizo escala en Montevideo antes de regresar a las Malvinas.
Operado por las Fuerzas Británicas de las Islas del Atlántico Sur, la aeronave participó en misiones de reconocimiento en aguas cercanas al archipiélago y en la Antártida. Este episodio generó malestar en algunos sectores, ya que, aunque Uruguay mantiene una política de neutralidad en el conflicto, el uso de su territorio por parte de fuerzas británicas proyecta una imagen ambigua.
Por ello, la escala del avión militar británico añadió una capa de tensión al pronunciamiento de Orsi. Si bien el gobierno uruguayo no ha emitido comentarios oficiales sobre el incidente, analistas consideran que estas acciones podrían interpretarse como un mensaje de Londres para reafirmar su control sobre las islas. En este sentido, la postura de Uruguay en la CELAC busca equilibrar su tradición diplomática con la presión de no contradecir los gestos de apoyo a Argentina.
En definitiva, el respaldo de Uruguay al reclamo argentino reaviva un debate que trasciende lo bilateral y pone a prueba la cohesión regional. Mientras tanto, la presencia militar británica en el Atlántico Sur sigue siendo un recordatorio de que la resolución del conflicto está lejos de alcanzarse. Desde Montevideo, la apuesta es clara: diálogo y derecho internacional como únicas vías hacia la paz.