La historia viviente
30 de julio de 1930

Uruguay-Argentina, el clásico del Río de la Plata es la final del mundo

El partido fue en el Estadio Centenario de Montevideo, el seleccionado uruguayo derrotó por 4-2 a su par argentino y se consagró campeón del mundo.

Por Gustavo Zandonadi, especial para NOVA

El 30 de julio de 1930, en el Estadio Centenario de Montevideo, el seleccionado uruguayo derrotó por 4-2 a su par argentino y se consagró campeón del mundo. Fue la segunda final consecutiva que enfrento a los equipos rioplatenses y en ambas hubo triunfo oriental. Los argentinos no pudieron tomar revancha de la derrota en el partido decisivo los Juegos Olímpicos de Ámsterdam 1928 y debieron conformarse, otra vez, con el segundo lugar.

Los locales se adelantaron con un disparo de Pablo Dorado. Rápidamente igualó Carlos Peucelle y más tarde Guillermo Stábile (a la postre, goleador del Mundial) puso en ventaja a los argentinos. Así terminó el primer tiempo. En la segunda etapa la Argentina intentó aumentar la cuenta, pero la Celeste tuvo más puntería: Pedro Cea, Victoriano Iriarte y Héctor "Manco" Castro pusieron cifras definitivas.

El partido se jugó en medio de un clima tenso. Los jugadores argentinos denunciaron amenazas de muerte y el mediocampista Luis Monti pidió para no jugar porque no soportó la presión. En las tribunas había 70.000 almas, de las cuáles 10.000 eran hinchas argentinos que agotaron los pasajes en barco desde Buenos Aires. Al término del encuentro la delegación argentina debió custodiada por la policía en su trayecto al puerto.

De vuelta en Argentina los subcampeones del mundo echaron sombras sobre el triunfo uruguayo. La situación se agravó a la ruptura de relaciones entre la Asociación del Fútbol Argentino y la Asociación Uruguaya de Fútbol durante años, cuya principal consecuencia fue imposibilidad de organizar la Copa América, por entonces Campeonato Sudamericano.

Los méritos de Uruguay para organizar el torneo

Desde el momento de su fundación en 1904, en la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA) fue ganando adeptos la idea de organizar un torneo con participación de equipos de más de un continente, pero los años pasaban y no se lograba concenso entre los dirigentes. Una solución provisoria fue la organización del torneo olímpico de fútbol en los juegos de París 1924 y Ámsterdam 1928. En ambas ocasiones el triunfo correspondió a Uruguay. En la actualidad ambas competencias tienen rango de campeonato mundial reconocidas como tal por FIFA.

Durante los Juegos Olímpicos de los años 20 tuvieron lugar los primeros partidos entre equipos de distintas partes del mundo. El entusiasmo del público convenció a la entidad rectora del fútbol para dar forma a su propio torneo, a disputarse cada cuatro años en sede a confirmar. Por esa razón -y por el enorme negocio que vieron venir- el Congreso de la FIFA de 1929 avanzó con la organización del primer Campeonato Mundial y concedió el honor de organizarlo a Uruguay, en reconocimiento a sus triunfos. Además el gobierno uruguayo se ofreció a pagar los gastos de traslado y alojamiento de los equipos europeos.

El campeonato

La pelota rodó entre el 13 y el 30 de julio de 1930. Participaron trece selecciones: Argentina, Bélgica, Bolivia, Brasil, Chile, Estados Unidos, Francia, México, Paraguay, Perú, Rumania, Uruguay y Yugoslavia. Solo cuatro selecciones europeas aceptaron cruzar el Océano Atlántico en barco para participar.

Para la primera ronda del torneo se organizaron cuatro grupos, uno de cuatro equipos y el resto de tres cada uno. Dentro de cada zona se jugó en modalidad de todos contra todos. Los cuatro primeros de cada zona accedieron a las semifinales. En instancias decisivas los duelos fueron entre los ganadores de los Grupos 1 y 4 por un lado y 2 y 3 por el otro. De esta forma se busco evitar un partido entre orientales y porteños antes de la final. No hubo partido por el tercer puesto.

Argentina integró el Grupo 1, emparejado con Francia, México y Chile. Los albicelestes ganando sus tres partidos: 6-3 a México, 3-1 a Chile y 1-0 a Francia. Chile venció 1-0 a Francia y 3-0 a México. En este partido el mexicano Manuel Rosas anotó el primer gol en contra de la historia de los mundiales, pero tuvo su revancha al convertir el primer gol de penal, en el cotejo frente a Argentina.

A Francia le correspondió el honor de jugar el primer partido de la historia de los mundiales, el 13 de julio frente a México. Fue triunfo galo por 4-1. Lucien Lorent marcó el primer gol mundialista a los 19 minutos de juego. André Maschinot fue el primer jugador en anotar dos goles en un mismo partido.

El Grupo 2 fue conformado con los equipos de Yugoslavia, Brasil y Bolivia. Los europeos avanzaron a semifinales con dos triunfos, por 2-1 a Brasil y 4-0 a Bolivia. En un partido por el honor, Brasil se despidió con una goleada por 4-0 a Bolivia. El representativo del altiplano quedó como el peor equipo del torneo, perdiendo sus dos partidos y contando ocho goles en contra.

En el Grupo 3 Uruguay disputó los puntos con Perú y Rumania. La Celeste, el 18 de julio, inauguró el Estadio Centenario pero no colmó las expectativas de su público. Fue un pálido triunfo por 1-0 sobre Perú. En la segunda fecha mejoró su rendimiento con una contundente goleada a Rumania, por 4-0. Los europeos salvaron su orgullo con la victoria por 3-1 frente a la selección incaica.

El Grupo 4 incluyó a Estados Estados Unidos, Paraguay y Bélgica. La selección del norte derrotó por el mismo resultado (3-0) a Paraguay y a Bélgica (Bet Patenaude -verdugo de los belgas- fue el primero en anotar tres veces en un mismo encuentro) Por su parte los campeones olímpicos de 1920 cayeron derrotados frente a los guaraníes por 1-0.

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