“Si yo le saco 20 o 25 pesos por cada dólar al exportador, que en sus costos tiene que traducir dólares a pesos para pagar costos como salarios y tarifas, le meto la mano en el bolsillo y le estoy recortando ingreso. El tipo no puede competir en el área internacional”, cuestionó Mujica.

Por otra parte, consideró que con el rumbo actual “se favorece al importador, que tiene el dólar más barato para traer cosas que a veces compiten con lo que se hace acá”, al tiempo que vinculó eso a que “tiende a aumentar la desocupación” y recordó que “el endeudamiento de la ganadería en el BROU está subiendo”.

En su crítica al rumbo económico, el exmandatario consideró que “es una política que tiene herencia”. “Como tengo memoria, yo recuerdo que el gobierno blanco de 1990 inició un ciclo desgraciado de atraso cambiario que duró casi una década hasta que reventó en el 2002”, comparó.

En ese sentido, explicó: “Después corregirlo es costoso y es difícil para evitar que no se te dispare la inflación. En estas cosas no hay magia. El gobierno está haciendo un planteo electoral, porque todo lo que estoy diciendo lo saben”.

Mujica admitió, no sin ironía, la mejora del salario real en los últimos meses. “Al parecer, si los blancos gobiernan, hay que inventar elecciones todos los años si los trabajadores quieren que le aumenten el sueldo”, chicaneó el referente del MPP, quien reconoció que en la política debe haber “un poquito de humor”.

A su vez, sostuvo que “hay un conjunto de propuestas seguramente bien intencionadas, pero da la impresión de que el país llega al río Santa Lucía y no va más allá”, en alusión a la falta de federalismo.

Finalmente, se mostró en contra de la política fiscal. “El decir que no se aumentaron los impuestos es refiriéndose a una fiscalidad tradicional, que no es la que ha aplicado el gobierno, sino que ha utilizado otra tabla fiscal”, planteó el expresidente.

Al respecto, recordó que “la señora ministra de Economía (Azucena Arbeleche), cuando asumió, la primera gestualidad que tuvo fue subirle el sueldo al personal de confianza, al mismo tiempo que procedió a congelar el sueldo y las jubilaciones por 40 meses”.