Conflicto Israel-Hamás: Uruguay se abstuvo ante una moción por una "tregua humanitaria" en la Franja de Gaza
El gobierno de Uruguay optó por la abstención en la Asamblea General de la ONU por Jordanía donde se debatía el acceso de ayuda humanitaria con alimentos, bienes y servicios a la población civil ubicada sobre la Franja de Gaza. A pesar de esta postura, la Asamblea resultó con 120 votos a favor, 14 en contra y 45 abstenciones.
En medio de la guerra entre Israel y Hamás, el documento presentado por Jordania no hizo mención ni al país ni a la organización paramilitar. Previo a la votación final, los asambleístas rechazaron la inclusión de una enmienda que pedía condenar a Hamás por el atentado que ya lleva más de 1400 israelíes muertos.
La Asamblea General de la ONU aprobó por mayoría una resolución que exige un alto el fuego inmediato e incondicional en Gaza, así como la entrega de ayuda humanitaria.
— Naciones Unidas (@ONU_es) October 27, 2023
Esta resolución no es legalmente vinculante pero tienen peso político. pic.twitter.com/V2CJV5XJrW
La moción contó con el apoyo de la mayoría de los países latinoamericanos, entre ellos Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Chile, Cuba, El Salvador y Perú. Mientras que Paraguay y Guatemala dieron su voto negativo. Las abstenciones contaron con el voto de Panamá, Alemania, Reino Unido, Italia, Australia, India, Grecia, Japón y Suecia.
En el proyecto aprobado, se ha solicitado una tregua humanitaria inmediata, duradera y sostenida con el objetivo de poner fin a las hostilidades en una región conflictiva. Además de esta petición crucial, el documento también condena enérgicamente el traslado forzoso de la población civil palestina, rechazando cualquier forma de desplazamiento forzado.
Además de estas medidas, los firmantes del proyecto han exigido la liberación inmediata e incondicional de todos los civiles que se encuentran detenidos ilegalmente, haciendo hincapié en la importancia de garantizar un trato humano para estos rehenes.
Sin embargo, a pesar de la importancia de este proyecto, el representante israelí ante la ONU, Gilad Erdan, ha expresado fuertes críticas. Consideró el texto aprobado como una "infamia" y cuestionó la legitimidad y relevancia de la ONU en este contexto.
Para Erdan, la aprobación del proyecto ha llevado a una pérdida significativa de confianza en la organización internacional, calificándola como una vergüenza y planteando dudas sobre su capacidad para abordar eficazmente los desafíos humanitarios y de derechos humanos en la región.