La emergencia agropecuaria, que fue declarada hace 11 meses y fue extendida a fines de abril pasado, finaliza el 23 de este mes. Durante su vigencia, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca dispuso decenas de medidas de apoyo al agro, entre las que destacan prórrogas de vencimientos de impuestos y líneas de crédito accesibles.

“Cesar ahora, cuando todavía estamos transcurriendo sus efectos, todavía tenemos una primavera que recién está empezando y que todavía tiene impacto lo ocurrido en los sistemas productivos, nos parece que sería apresurado levantar inmediatamente”, opinó Mattos, dejando en evidencia su inclinación por una nueva prórroga.

El ministro, que un mes atrás consideró una opción pasar de una emergencia nacional a una focalizada, es decir, dirigida a los departamentos que aún se encuentran muy afectados por la sequía, aseguró si se levanta la emergencia cesan las asistencias.

El ministro Mattos destacó que las condiciones de humedad del suelo y las pasturas mejoraron, “pero no han cesado los efectos” de la sequía. “Entendemos que resta una etapa final de apoyo a los productores para que puedan definitivamente sortear este gran desafío”, insistió.

Uruguay ha revisado al alza los daños calculados por la sequía. Mientras que en febrero se proyectaban en 1.100 millones de dólares, en abril la cifra aumentó por encima de los 1.800 millones de dólares y actualmente se estima que superarán los 2.000 millones de dólares.