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Continúa la discusión

Advierten que la reforma de seguridad social de Lacalle Pou podría generar "inequidad y deterioro fiscal"

El presidente, Luis Lacalle Pou.

Las numerosas concesiones que el presidente Luis Lacalle Pou realizó a los socios de su coalición, Cabildo Abierto y el Partido Colorado, para lograr destrabar el debate de la reforma de la seguridad social encendieron las alarmas de los analistas, quienes señalan las consecuencias negativas que tendrán sobre un sistema que el proyecto buscaba, inicialmente, corregir.

“Se le fue tirando agua, pero sigue siendo leche”, espetó el presidente para acallar a quienes alertaron sobre la pérdida de sentido del que se presentó como el plan central de su agenda reformista.

El proyecto original, votado de forma exprés en diciembre por el Senado, sufrió decenas de modificaciones tras ser tomado de rehén por Cabildo Abierto a cambio de su agenda ultraconservadora en el Parlamento. Los colorados, luego de sentirse destratados por el gobierno, negociaron otra tanda de cambios.

Así, la edad de jubilación en el nuevo sistema variará según los años de aportes -65 años con 30 de aportes, 64 con 35 de aportes y 63 años con 38 de aportes-, la fórmula se basará en los mejores 20 años trabajados y no en los 25, y el Impuesto a la Asistencia de la Seguridad Social (IASS) –rebajado en marzo por el gobierno y que financia al Banco de Previsión Social (BPS)- será reducido, entre otros cambios.

Inequidad y deterioro fiscal

Las modificaciones introducidas al proyecto de reforma de la seguridad social implicarán para el Estado un gasto de entre 100 y 300 millones de dólares, según diferentes evaluaciones.

Contemplar el promedio de los 20 mejores años —en lugar de 25, como establecía el texto original— tendrá un impacto a largo plazo del 0,3 por ciento del PBI, es decir, un mayor desembolso por parte del BPS, explicó Rodolfo Saldain, autor del proyecto. A su vez, la reducción del IASS golpearía el financiamiento del Banco Previsional y su situación deficitaria no se revertiría, algo que era central en la reforma antes de las modificaciones.

Pablo Rosselli, socio de Exante, señaló que las reducciones al IASS generarán lo que llamó “inequidad intergeneracional”. “Los más jóvenes trabajarán más para jubilarse y pagarán más impuestos para pagar el déficit del sistema de seguridad social”, aseguró, pronosticando que incluso faltará algún ajuste más antes de que esas generaciones lleguen a jubilarse.

Además, alertó sobre el deterior fiscal estructural: “Reducciones de impuestos implican pérdidas permanentes de recursos, lo cual cuestionaría el cumplimiento de uno de los pilares de la regla fiscal en 2024”, escribió en su cuenta de Twitter.

Cabe destacar que la consolidación fiscal ya había sido tema de discusión en marzo cuando el Consejo Asesor Fiscal (CAF) afirmó que se ponía en riesgo con las rebajas del IASS y el Impuesto a la Renta de Personas Físicas (IRPF) decidido por el presidente Luis Lacalle Pou para reactivar el consumo.

En el mismo sentido se manifestó el decano de UCU Business, Marcos Soto, quien calificó de “absurdo” reducir el IASS además “de injusto desde la capacidad contributiva hasta la perspectiva intergeneracional”.

Por su parte, el economista Gabriel Oddone destacó en su columna en Búsqueda que el suplemento solidario –una herramienta creada en la reforma para garantizar un nivel mínimo de ingreso- al poder actualizarse por Índice de Precios de Consumo (IPC) y no por Índice Medio de Salarios (IMS) tendrá efectos negativos en la redistribución de los ingresos porque no acompañará la evolución de salarios y jubilaciones.

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