Es por eso que el personal de salud – médicos, enfermeras, asistentes –, a pesar del uso de las normas de bioseguridad – trajes protectores, mascarillas, guantes –, tiene más probabilidades de infectarse que la mayoría de las personas y enfermarse de gravedad.

“Cuanto más virus haya dentro de mí, será más probable que yo te lo transmita a ti”, es la explicación que ofrece la profesora Wendy Barclay, del departamento de Enfermedades Infecciosas del Imperial College de Londres, Reino Unido.

Los médicos y enfermeras se hallan en contacto muy cercano con gente que está muy infectada y que cuya carga viral es alta, lo que significa que están expuestos a grandes dosis de virus.

Por ejemplo, un paciente de Wuhan, en China, cuna geográfica del covid-19, contagió a 14 personas cuando estaba siendo sometido a una intervención quirúrgica. Esto se produjo, inclusive, antes de que manifestara fiebre.

“Tu sistema inmune, incluso si eres una persona saludable, tiene grandes dificultades para combatir todos esos virus. La cantidad de virus con el que resultas infectado muy probablemente determina el balance en esa batalla, en la guerra que se libra entre el virus y tu sistema inmunológico”, dijo Barclay.

Aún no se tienen datos precios de cuánto podrían resultar afectados los trabajadores asistenciales que se encuentran en la primera línea de batalla del coronavirus, pero es probable que la cifra sea similar a la de la epidemia de SARS de 2002-2003, que alcanzó un 21 por ciento, según la Organización Mundial de la Salud.