"Europa libre de transgénicos": compromiso para erradicar productos OGM y reemplazar la soja
Con 400 participantes de 60 países, concluyó en Berlín la conferencia “Europa libre de transgénicos” donde se selló un compromiso de continuar e intensificar la cooperación para mantener a la Unión Europea libre de OGM (organismo genéticamente modificado), para desarrollar una estrategia de proteínas sostenible para el continente y para colaborar con movimientos de todo el mundo.
Desde Latinoamérica, la oradora fue la abogada argentina Graciela Vizcay Gómez, reconocida activista contra las fumigaciones. Grupos de Canadá, Australia y Japón advirtieron a los europeos acerca de la contaminación de transgénicos y la violación de semillas oleaginosas.
Declaración
En una declaración conjunta los participantes de los "tres pilares" de la conferencia enfatizaron los cuatro principios y objetivos rectores, a saber, el “Principio de subsidiariedad”, el “Principio de Precaución”, el de “contamina paga” y “La libertad de elección para todo el mundo”.
En tal marco, se resaltó el compromiso alcanzado por el Parlamento Europeo y el Consejo sobre la posibilidad de que los Estados miembros restrinjan o prohíban el cultivo de organismos modificados genéticamente (OMG) en su territorio.
Se decidió instar a los Estados miembros a hacer un uso más eficaz de esta nueva Directiva (UE) 2015/412 dentro de sus nacionales y, cuando proceda, la legislación regional y garantizar la seguridad jurídica de las prohibiciones territoriales sobre el cultivo.
“Hacemos hincapié en que la adopción y aplicación de la Directiva (UE) 2015/412 no disminuye la necesidad de resolver las deficiencias del procedimiento de evaluación y autorización de riesgos a nivel de la UE de cualquier manera. Además, haciendo uso de la opción de exclusión no puede reducir una influencia y la responsabilidad de los Estados miembros en el procedimiento de autorización”, expresa el documento final.
Estrategia europea de proteínas
Las importaciones de soja de la Unión Europea son equivalentes a 12 millones de hectáreas de tierras cultivables y representan el 97 por ciento de su demanda. Esto pone en peligro la independencia del suministro de alimentos de la UE y hace que las prácticas de uso de la tierra destructivos en los países exportadores.
La ausencia generalizada de las legumbres de la rotación de cultivos en Europa tiene enormes consecuencias negativas para el clima, la fertilidad del suelo, el balance de nitrógeno y la biodiversidad.
En tal sentido, el acuerdo indica: “Exigimos que el Parlamento de la UE y la Comisión desarrolle una estrategia de proteínas y una Europa coherente para abordar todas estas cuestiones. Se debe promover eficazmente la producción sostenible y el uso como alimentos y piensos de semillas oleaginosas libres de OGM, proteaginosas y leguminosas en Europa”.
“Esto requiere de investigación, los esfuerzos de desarrollo, así como disposiciones coherentes de la Política Agrícola Común de la UE. Los Estados miembros deben utilizar los instrumentos existentes de la PAC y comprometer los fondos suficientes para ese fin”, añade.
TTIP
Exigimos que las normas de la UE sobre la salud, el medio ambiente, la seguridad jurídica y la democracia no deben bajar por TTIP (Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión) o cualquier otro acuerdo de libre comercio.
El principio de precaución, como un principio fundamental de las políticas de la UE, no debe ser socavado. Se señala que ni los actuales ni futuras normas de seguridad y etiquetado de la UE y sus Estados miembros pueden estar restringidas o prohibidas por el TTIP u otros acuerdos de libre comercio.
Presencia de bajo nivel
Los productos y las semillas deben permanecer libres de transgénicos. Para las semillas, no etiquetadas como transgénicos, el principio de tolerancia cero actual de contaminación por OMG debe mantenerse.
Los consumidores deben tener derecho a una total transparencia y la elección en el uso de OMG en los alimentos que compran. Esto también debe incluir el uso de alimentos transgénicos en los productos animales.
“Hacemos un llamado para un enfoque europeo amplio armonizado para el etiquetado urgente de OMG de productos de origen animal. En ausencia de un sistema de este tipo pedimos a los gobiernos nacionales para implementar sistemas nacionales de etiquetado para los productos animales alimentados sin OGM, que ya existen en Alemania, Francia, Austria y Luxemburgo”.
Los Estados miembros deben apoyar y participar en la elaboración de una norma internacional de etiquetado libre de transgénicos, por ejemplo, el proceso iniciado en Moravske Toplice.
El principio de precaución debe aplicarse también a las nuevas tecnologías de modificación genética. Las nuevas tecnologías, aún no conocidas en la definición de los OMG hace unos 25 años, tienen que ser evaluadas en un proceso de la UE coherente y transparente común, y no podrán ser objeto de abuso para socavar la actual legislación de la UE OGM, la seguridad y las normas internacionales.
Países participantes
Los países representados en la asamblea ambiental fueron Albania, Alemania, Argentina, Armenia, Australia, Austria, Bélgica, Benin, Bosnia y Herzegovina, Brasil, Bulgaria, Canadá, Croacia, República Checa, Ecuador, Francia, Gambia, Georgia, Ghana, Grecia, Hungría, India, Irlanda, Italia, Japón, Kenya, Kosovo, Letonia, Malasia, Malawi, Malí, México, Nepal y Países Bajos.
También Nueva Zelanda, Nigeria, Irlanda del Norte, Noruega, Polonia, Portugal, República de Macedonia, Rumania, Rusia, Serbia, Sierra Leona, Eslovenia, Sudáfrica, España, Suecia, Suiza, Tanzania, Togo, Turquía, Uganda, Reino Unido, Ucrania, EE.UU., Uzbekistán, Zambia.